jueves, 29 de septiembre de 2016



Bienvenidos Reserva de la Biósfera el Vizcaíno
Guerrero Negro se encuentra dentro de la declarada Área Natural Protegida de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno (REBIVI), que forma parte del un gran corredor biológico que integran islas, lagunas, costas, planicies y sierras de la parte central de la península de Baja California, es por eso que el análisis geográfico, de flora, fauna, e incluso del análisis antropogenico  (biogeografía) se tienen que ver como parte de un aspecto indivisible dentro de un componente general del que nuestro poblado forma parte.
La siguiente síntesis (lectura más bien científica para analizar en clase) la proporcionó la dirección de la REBIVI. Se forma con temas como Información general de la Reserva, antecedentes de conservación, relevancia ecológica y científica, relevancia histórica y cultural, relevancia educativa y recreativa. Algunas palabras del resumen tienen vínculos web para definir algunos términos.


Información General
+ Superficie
      2,547,790 hectáreas en total.
      363,438 ha. Zona Núcleo (14%)
      2,184,352 ha. Zona Amortiguamiento (86%)
            Es el Área Nacional Protegida (A.N.P.) más extensa de México y entre las más extensas de Latino América. Ocupa el 11% de la superficie total de Áreas Naturales Protegidas en México.
+ Localización

             La Reserva se encuentra en el extremo norte del estado de Baja California Sur dentro de los límites políticos del municipio de Mulegé. Se limita al norte por el paralelo de 28° de latitud que divide los estados de Baja California Sur y Baja California; por la costa occidental el Océano Pacífico, desde la Laguna Guerrero Negro, hasta el remate del estero El Dátil, por la costa oriental desde el paralelo 28 hasta Santa Rosalía; al sureste la frontera es irregular y va de este a oeste por la carretera transpeninsular y luego pasa por la Laguna San Ignacio y la Barra San Juan.
+ Clima

            Seco, del grupo BW (Clasificación climática Köppen: Clima seco, La evaporación es superior a la precipitación, ósea, no hay excedente hídrico) Precipitación promedio 50 – 70 mm. anuales.
+ Ecosistemas

            Xerófitos, lagunares y marinos.
            Porción peninsular del Desierto  Sonorense.



Antecedentes de Conservación de la zona
1936 – Se toman las primeras medidas al firmarse un tratado de protección de las aves acuáticas migratorias entre los gobiernos de México y Estados Unidos.
1949 – México se adhiere a la Comisión Ballenera Internacional
1972 – Se publica el Decreto de Zona de Refugio de Ballenas las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio.
1979 – Se declara a la Laguna San Ignacio como Zona de Atracción Turística.
1988 – 30 de noviembre, se publica el decreto de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno.
1993 – Se incluyen la Sierra de San Francisco, y las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio en la lista indicativa de sitios de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
2000 – Se recategoriza la Zona de Refugio de Ballenas como Reserva de la Biosfera Complejo Lagunar Ojo de Liebre.
2002 – 24 de mayo, se decretó el Santuario Ballenero Mexicano.
2004 – Inclusión de las lagunas San Ignacio y Ojo de Liebre a la lista sitios considerados por la Convención Internacional de Humedales de Ramsar.
2009 – La Red Hemisférica de Reservas para las Aves Playeras (RHRAP), anunció la designación del Complejo San Ignacio, ubicado en el municipio de Mulegé, cómo Sitio de Importancia Internacional y la recategorización del Complejo Lagunar Ojo de Liebre en Guerrero Negro, como Sitio de Importancia Hemisférica.

Relevancia ecológica y científica
La Reserva de la Biosfera El Vizcaíno es considerada como zona de refugio de especies, tanto de origen templado, como subtropical constituyendo un corredor biológico transpeninsular arcaico con núcleos de endemismo, tanto de flora como de fauna.
La Reserva está incluida en la subprovincia del Desierto de El Vizcaíno donde la precipitación anual es del orden de los 70 mm con una alta evaporación que sobrepasa los 1,000 mm. Esta característica tiene implicaciones adaptativas en los organismos que los ha llevado ha seleccionar mecanismos muy eficientes en su economía metabólica.
Dado que los complejos lagunares y esteros se encuentran en excelentes condiciones de conservación, la migración anual de aves por la ruta del pacífico encuentra en la Reserva extensas áreas de descanso y alimentación bajo absoluta protección que reciben a miles de aves marinas, playeras y rapaces que se alimentan en los ricos litorales de la Reserva y de la península, tanto en invierno como en verano. Asimismo, los mamíferos marinos que transitan por los litorales y las lagunas encuentran en las aguas de la Reserva protección, refugio y alimentación,así como condiciones que posibilitan fenómenos como la arribazón de la ballena gris, que utiliza las lagunas de la Reserva como sitio de reproducción durante su migración invernal anual.
Dentro de los vasos de concentración de la salina de Guerrero Negro se desarrollan procesos biológicos relevantes en términos de la producción de oxígeno a través de la formación de tapetes microbianos que dan una idea clara de como pudo haberse desarrollado en sus inicios la vida en nuestro planeta ya que es posible que tapetes de algas y bacterias halófilas similares a los encontrados en las salmueras concentradas de los vasos pudieron producir, posiblemente, el oxígeno de nuestra atmósfera en órdenes de magnitud gigantescas.
En ambientes similares en lo que se refiere a los procesos ecológicos presentes en  el área, cabe destacar el alto grado de conservación de la mayor parte de la Reserva con muestras de deterioro mínimas y que es posible la restauración de todos los componentes de sus ecosistemas; tal es el caso, de los berrendos que han tenido, afortunadamente, un refugio en la Reserva y cuyas poblaciones aún es posible recuperar a los niveles existentes en el pasado.
La Reserva forma parte del gran Desierto Sonorense y sus afinidades con los ecosistemas xéricos del suroeste americano son múltiples y variadas y su conocimiento aún se encuentra prácticamente sin explorar, por lo que en el campo de la investigación todavía queda mucho por hacer para comprender mejor lo que esta gran región encierra. La relevancia ecológica de la península, su excelente estado de conservación, y los servicios ecológicos que aporta a la salud ambiental del pacífico oriental y del occidente de Norteamérica es incalculable en términos de captura de carbono.
Las extensas comunidades de especies florísticas aún intactas como los inmensos cardonales, izotales, pithayales, mezquitales, los bosques de cirios, palo fierro, torotes, copalquines, nopales, agaves, biznagas y los matorrales, conforman un mosaico continuo sin cambios significativos, de paisajes abiertos y llanuras así como de escarpados relieves inaccesibles, surcados por los profundos cañones de las serranías.
La gran productividad de los dos litorales de la Reserva y las lagunas y esteros hacen de ésta una de las regiones pesqueras más ricas del mundo, producto de condiciones ecológicas muy estables y que es indispensable comprender de manera más profunda para poder seguir generando la riqueza que produce.

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